Me invaden los recuerdos. Me invaden los momentos, y sin darme cuenta, me invadís vos…

Yo creí haber superado todo y creí haber encontrado a otra persona, creí que ya estaba feliz, pero no, yo solo estaba intentando engañarme, engañar a mi corazón. Estaba sin pensar en nada y al no pensar en nada, al final terminé pensando mal.

Y sí, no puedo decir que te sigo queriendo más allá del infinito, pero sí, te quiero. ¿Sabes? Recuerdo esos momentos en los que estábamos juntos, que no importaba lo que la gente decía, que no importaba si el mundo se venía abajo, cuando no importaba nada, cuando lo único que importaba era que estemos juntos. Y por lo menos de mi parte puedo afirmar que éramos felices.

La vez pasada nos encontramos, nos miramos a los ojos y me dijiste:

-          Hola Caro.

Y me tendiste la mano.  Vos no te imaginas todos los pensamientos que pasaron en mi cabeza, todos los recuerdos que me invadieron, toda la tristeza y rabia que tuve que aguantar, fueron pocos segundos y no te imaginas todo lo que sentí y pensé. Las ganas que me dieron de llorar. ¡Ni te imaginas! Y fue por fin cuando te dije:

-          Hola.

Furiosa, ignorando por completo el saludo con las manos y me retiré confusa, triste y con rabia.

Yo no quise aceptar, pero sí, me dolió en el alma volver a verte. No te imaginas lo que me costó estar con una sonrisa falsa y mantener los ojos fijos en un lugar cuando en verdad solo querían mirarte a vos.

Yo no quería recordar, y mientras menos quería, más recordaba momentos únicos, hermosos e inigualables.

Vos sabías perfectamente que más que “mi amor” eras mi mejor amigo…

Y sí, tal vez, sólo tal vez, yo también tenga la culpa de que te hayas ido. Pero vos decías que me querías, que me querías en serio, que de todas las personas que conocías yo era la mejor y que jamás me querías perder… pero si era cierto jamás me abandonarías, porque sí, me abandonaste, y fue el echo de que te hayas ido como un cobarde sin darme explicaciones lo que me hirió muy profundamente, y aún me sigue doliendo al recordar sin quererlo.

No puedo negar que cada vez que te pienso una pena enorme me invade, y el corazón para, es difícil recordar y saber que ya no estás y que tal vez nunca regresarás.

Me es tan difícil todo, me es tan difícil luchar contra mis sentimientos, porque yo sí de verdad te quise, y es un dolor y una decepción muy grande lo que llevo dentro. Tal vez algún día me recupere por completo, y ojalá ese día llegue pronto.

Te extraño, pero más extraño a la persona que eras. Te quiero, pero más quiero a aquel amigo que siempre estuvo y que me dijo que jamás me iba a fallar.